Me encanta descubrir nuevos jardines y paisajes, porque es una gran oportunidad para adquirir nuevos conocimientos. Compartir los que más me han gustado y facilitar su difusión, es la finalidad de este blog.
El Palau de Maricel es un edificio emblemático de singular arquitectura novecentista, cuyas terrazas ajardinadas cuentan con bellos azulejos. El espacio más impresionante es un espectacular claustro con capiteles medievales y un gran balcón con vistas al mar.
Uno de los jardines botánicos con las colecciones de cactus y plantas crasas más interesantes de Europa, se encuentra hoy en serio riesgo de desaparición. Todo ello a pesar que, en 2003, la finca fue fue declarada Paraje Natural de Interés Nacional.
El Parc de la Pedra Tosca es un proyecto de recuperación ambiental que realza el valor del paisaje volcánico y la memoria de un territorio modelado durante siglos por el trabajo de los agricultores.
A través de los parterres de la rosaleda Dot i Camprubí podemos descubrir desde rosas silvestres hasta rosales representativos de diferentes periodos históricos relevantes.
El año 1900, el conde Eusebi Güell, gran admirador y mecenas de Gaudí, le encargó el proyecto del Park Güell, pero su propósito no era construir un jardín público…
Los Jardines de Cap Roig combinan un impresionante paisaje costero mediterráneo con una amplia colección de plantas exóticas y autóctonas, organizadas en torno a un castillo y una sucesión de senderos y miradores que buscan siempre el mar.
Salvador Dalí fue un artista polifacético que transformó en obras de arte todo lo que le rodeaba, entre otras cosas sus residencias y jardines.
El jardín más antiguo que se conserva en Barcelona, se estructura en terrazas que ascienden lentamente por la ladera de la sierra de Collserola. Se trata de un jardín neoclásico con una importante presencia de esculturas dedicadas a la mitología clásica y un maravilloso laberinto vegetal.
La historia de Marimurtra comienza en 1920 cuando un empresario alemán establecido en Blanes y de gran afición naturalista, dedicó todos sus esfuerzos y patrimonio, a realizar su sueño: «Un gran jardín botánico sobre los acantilados de un paisaje espectacular».
Al sur de Cataluña, en 1881, Salvador Samà -Marqués de Marianao- encargó la construcción de un palacio y jardines que pudiesen recrear el ambiente tropical característico de la Cuba colonial, en homenaje al pasado indiano de su familia.
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