Abstract: At the end of the 19th century, the Marqués de Marianao commissioned the construction of a palace and gardens that could recreate the characteristic tropical environment of colonial Cuba, in homage to his family’s Indian past.
Finca de Indianos
Al sur de Cataluña, en 1881, Salvador Samà –Marqués de Marianao- encargó la construcción de un palacio y jardines que pudiesen recrear el ambiente tropical característico de la Cuba colonial, en homenaje al pasado indiano de su familia.

Los Indianos constituyeron un importante colectivo de emigrantes a las colonias, que al regresar de América, dedicaron parte de su fortuna a adquirir títulos nobiliarios y a prestigiarse construyendo casas o palacios de estilo colonial, rodeados de jardines de marcado carácter tropical.


El responsable del proyecto del Parc Samà fue Josep Fontserè, autor también del parque de la Ciutadella de Barcelona. Aquí contó con la ayuda del joven arquitecto Antoni Gaudí, que colaboró en el diseño de algunos elementos que siguen el estilo modernista y romántico típico de finales del XIX.
Un jardín romántico

El parque, de casi 14 hectáreas de extensión, contiene distintos elementos característicos que reproducen el ambiente tropical, como fuentes, estanques, cascadas, grutas, islas y miradores, siempre envueltos de una vegetación exuberante.

Todos estos elementos fueron construidos reproduciendo de manera realista las formas típicas de la naturaleza, una característica típica del carácter modernista que impregna todo el jardín.


En todos los rincones del parque, en cada detalle, se manifiesta está admiración y máximo respeto por las formas naturales. Se intenta siempre recrear ambientes que nos recuerden paisajes idílicos y relajantes.

El agua, en reposo en los estanques o en movimiento en las fuentes y cascadas, es sin duda, el elemento fundamental, que consigue recrear el ambiente y la atmósfera colonial que se respira en todo el parque.


En el extremo opuesto al nacimiento del agua, emerge una torre que se ha convertido en el icono del parque. En una época en que los pueblos rivalizaban por tener el campanario más alto, la torre del parque Samá se construyó sobre una montaña artificial y se eleva por encima de todos ellos, simbolizando el poder de su propietario.


Cabe destacar también la existencia de distintos árboles ejemplares, algunos centenarios de porte ejemplar. Siete de ellos han sido declarados árboles monumentales de Catalunya.

Además el Parc Samá contiene distintas esculturas mitológicas de porte clásico como Deméter o Hércules y elementos valiosos como el Jarrón cerámico de Vichy, que contribuyen a dotar al parque de un carácter romántico inspirado en los clásico.


Finalmente cabe destacar que cuenta también con distintas jaulas con aves centroamericanas. En su momento, estas construcciones constituían un pequeño zoológico de especies exóticas, típicas del trópico.


Atractivo turístico
Recientemente, el parque se ha convertido en un nuevo atractivo turístico de la Costa Daurada, ya que se encuentra en una zona muy visitada del litoral catalán.


La apuesta para convertirlo en un elemento del ocio cultural de la Costa Daurada, ha permitido revertir el estado deficiente de los jardines y devolver al conjunto buena parte del esplendor original y recuperar un patrimonio cultural muy arraigado en la zona.

Ubicación: https://goo.gl/maps/AA7V1wvzQkDuG2rNA