Casa Dalí (Portlligat) ***

Abstract: Salvador Dalí was a multifaceted artist who transformed everything around him into works of art. His residences and gardens are filled with symbolism and unexpected objects, constantly surprising visitors.

Los jardines de Dalí

Salvador Dalí fue un artista polifacético que transformaba en obras de arte todo lo que le rodeaba, entre otras cosas sus residencias y sus jardines. Estos últimos son relativamente poco conocidos pero poseen elementos propios de su creador que merecen ser destacados.

El jardín romántico del Castillo de Púbol, adornado con los elefantes de patas infinitas, la piscina custodiada por catorce bustos de Wagner y la fuente coronada por una cabeza de rape —que algunos interpretan como una alusión al monstruo de Bomarzo, — son ejemplos emblemáticos del jardín daliniano.

También el universo subacuático creado en el patio del jardín del museo Dalí de Figueres, deja constancia de como el genio se ocupaba de hasta el más mínimo detalle de sus estancias.

El Jardín de Portlligat

Dalí vivió en Portlligat, una pequeña bahia de Cadaqués, desde 1930 hasta 1982, cuando murió su musa Gala.

Allí construyó su taller y residencia habitual, uniendo distintas barracas de pescadores que fue adquiriendo poco a poco.

El conjunto, acabó formando una estructura laberíntica de salas y estancias a distintos niveles, todos ellos con un denominador común: las vistas a la bahía de Portlligat.

En la playa, situada junto a la entrada, una vieja barca con un ciprés plantado a modo de mástil nos advierte del carácter poco convencional de la obra de Dalí.

Dali consideraba Portlligat, como el lugar perfecto para su trabajo donde el tiempo transcurría más lentamente y existía una tranquilidad geológica única que le permitía trabajar a su ritmo.

Por ello, el jardín posee inmejorables vistas al mar. Su disposición escalonada, sobre las típicas terrazas del cap de Creus, formadas con rocas de pizarra y sembradas de olivos centenarios, donde crece la discreta vegetación mediterránea como las «siemprevivas» (Helichrysum stoechas), nos permite descubrirlo poco a poco.

Los hitos

Así comprovaremos como el jardín de casa Dalí, és una fracción más del paisaje pétreo de formas retorcidas del Cap de Creus. Un espacio totalmente integrado en su entorno donde sobresalen como hitos, las creaciones del genio.

Entre los olivos, encontramos el palomar con sus horcas y la torre de las ollas, coronadas por sus característicos huevos, símbolos de amor y renacimento.

Las tejas sobresaliendo y las ollas de barro pegadas a la pared, están agujereadas para permitir silbar a la tramontana, el viento característico de la zona.

En el punto más alto de la finca se encuentra El Crist de les Escombraries, una obra de 1970 erigida entre los olivos con materiales reciclados arrastrados por una tormenta: restos de una pequeña embarcación, hierros, viejas tejas y algunos troncos.

El patio interior

El patio es la parte del jardín mas cercana a a la edificación. Se trata de una zona donde las rocas están pintadas de blanco igual que los muros de la vivienda, de manera que forman un espacio continuo con esta.

La construcción es confusa. Aquí los pasillos, escaleras y el comedor de verano se acumulan en un desorden buscado, de manera que es difícil saber a donde conduce cada uno.

Pero nos aguarda la sorpresa de un original jardín entre muros, en el centro del cual una Piscina de forma fálica, es el elemento principal que acapara la atención.

A ambos lados de la piscina, unos pequeños cisnes con surtidores de agua, recrean la icónica imágen del patio de la acequia de los jardines del Generalife

Para que no queden dudas, en un extremo de la piscina, una reproducción de la fuente del patio de los leones ratifica que se trata de un homenaje a los patios de la Alhambra.

Esta zona está decorada con múltiples elementos cargados de simbolismo: una recreación del Partenón de la Acrópolis de Atenas, un salón con cojines de estilo oriental, inmensas boas hechas de cuerda, un muñeco de Michelin, un sofá con forma de labios en el área de aperitivos e incluso una antigua cabina telefónica, todo ello integrado en el singular entorno.

La acumulación de objetos kitsch y reinterpretaciones de otras creaciones, que constituyen en si mismos una obra de arte, tenian la finalidad de sorprender a los visitantes e invitados, un aspecto que Dalí consideró siempre muy importante.

Ubicación: https://goo.gl/maps/WUWDQ688zeE62fn38

Imágenes de la publicación ©josepmmompín (se permite uso no comercial citando la fuente http://www.visitandojardines.com)

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