Abstact: Cardinal Farnese ordered the construction of a large Renaissance Villa with important gardens designed by Vignola, whose grandeur even caused the structure of the city to be modified.
La Villa pentagonal
La Villa Farnese di Caprarola fue concebida como una fortaleza impulsada por el 1530, pero el trabajo quedó inacabado debido a que a los pocos años se convirtió en el Papa Pablo III.

Treinta años después un sobrino suyo también cardenal, se retiró a Caprarola y contrató a Jacopo Birozzi (Vignola), para construir un suntuoso palacio sobre la base pentagonal de la fortaleza.

La grandeza de la villa provocó que se modificase la estructura de la ciudad, demoliendo edificios y construyendo puentes, para crear una ruta «La via Diritta «, totalmente rectilínea y alineada con el palacio.

Un gran jardín renacentista
Los jardines, una gran obra renacentista cuya finalidad era mostrar el gran poder de su propietario, fueron concebidos por Vignola a partir de 1559 de manera simultánea a los de Villa Lante en Bagnaia, la cual cosa explica muchas de las similitudes entre ambos.

Estos se sitúan tras el palacio en sucesivas terrazas ascendentes con acceso directo al jardín privado. una zona de setos recortados y estatuas.

Dos espacios diferentes se sitúan junto a la fachada trasera: los jardines de verano y de invierno son zonas donde mandan el orden y la simetría clásica del jardín italiano con, parterres geométricos de setos recortados.

La iconografía, es un elemento muy importante en todo el jardín y nos guía en todo momento, rememorando elementos mitológicos y proponiendo distintos recorridos.



Al final de las terrazas, cuando parece que el jardín se diluye, un sendero que asciende por el bosque nos guía hacía la zona más impactante, donde el agua y las esculturas serán un elemento clave y un hilo conductor de la escena.
Palazzina dei Piacere

Allí, en un claro de los árboles aparece la fastuosa visión del Jardín Grande, cuyas obras se iniciaron en 1565 bajo la dirección de Giacomo del Luca. Está formado por una plazoleta con una fuente y dos pabellones situados a ambos lados de una escalera, en cuyo centro una majestuosa cadena de agua, formada con esculturas de delfines, domina el conjunto.

El agua surge de la Fuente del Cristal o de los Gigantes que representan dos ríos y desciende por la cordonata o cadena de agua, creando un murmullo refrescante y aportando un movimiento acompasado.

Justo detrás aparece la Palazzina del Piacere, un pabellón de caza, donde los exclusivos invitados del Cardenal, podían saborear las delicias terrenales.

Al nivel superior se ubica el Jardín Secreto, de planta rectangular formado por setos recortados y adornado en su perímetro con estatuas humanas a modo de cariátides, que expresan el carácter lúdico de este espacio.

Esta terraza de indudable belleza destila un sabor místico donde las cariátides parecen surgir de entre los cipreses del bosque representando una extraña simbología aún no desvelada.


La lentitud con que avanzaban los trabajos en el siglo XVI, provoco que esta parte del jardín fuera finalizada tras la muerte del cardenal.


Así, a través de una escalera lateral cuyos muros están coronados por una cadena de surtidores formados por delfines, se accede a una amplia explanada situada en la parte trasera del palacete.

Esta zona antiguamente estaba ocupada por arriates con flores alrededor de la Fuente del Lirio y representa la ultima zona importante del jardín, antes que este se funda de nuevo con la naturaleza salvaje del bosque circundante.


© Imágenes de Jordi Chueca i Abancó, @jordichueca
Ubicación del jardín: https://goo.gl/maps/zxNuPRxQ1w24netT6
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