Abstract:The current Villa Reale built by Count Orsetti following the Baroque canons of the 17th century, still preserves the splendid and emblematic «Teatro di verzura», where in the 19th century, the great composer Paganini used to give concerts for Elisa Bonaparte.
Una larga historia
En las afueras de la ciudad de Lucca, en la Toscana, una región muy rica en espléndidas Villas y fantásticos jardines históricos, se encuentra la espectacular Villa Reale de Marlia.

Se trata de una de las propiedades del renacimiento más destacadas de la región, por la que han pasado y vivido numerosos personajes nobles y relevantes en la historia de Europa.


El conjunto, que cuenta con más de 16 hectáreas, contiene numerosos jardines y majestuosos edificios creados desde el siglo XV. Todo ello es el resultado de las intervenciones que han llevado a cabo sus distintos propietarios desde el siglo IX, cuando existía aquí una fortaleza habitada por el duque de Tuscia, hasta la actualidad.

La actual Villa Reale fue construida por el conde Orsetti sobre una antigua edificación, gracias a la prosperidad del negocio de la seda que regentaba, y lo hizo siguiendo los cánones de moda del siglo XVII.


Orseti impulsó la construcción de la Villa y un gran jardín barroco que, a pesar de la modificaciones posteriores, constituye la base del jardín actual y del cual todavía se conservan partes y elementos muy importantes.

Más tarde, ya a principios del siglo XIX, la villa pasó a manos de Elisa Bonaparte la hermana de Napoleón y bajo su impulso, en 1806 se iniciaron nuevos trabajos que incorporaron a la propiedad la vecina Villa del Vescobo y una capilla del siglo XVII, que quedaron integradas en el gran jardín de Villa Marlia.
El gran eje central
También bajo las ordenes de Bonaparte, el eje central del jardín fue reconstruido siguiendo la moda predominante en el momento del estilo paisajista inglés.

Esto dio lugar a que muchos arriates y ornamentos fueran arrasados para construir la gran pradera, que se extiende hasta un seto con esculturas que dotan de escala al conjunto y abre las vistas al paisaje circundante.

Al final de este gran eje central, en el punto más bajo del jardín, un gran estanque con un pequeño embarcadero, recoge las aguas de las fuentes y arroyos de todo el complejo, formando una lámina de agua desde donde se obtiene una bonita vista de la Villa.

El teatro d’Acqua
La villa, que en sus orígenes funcionaba como una importante explotación agrícola, se caracteriza por unos espectaculares setos formados por robles recortados, que enmarcan construcciones como la Villa del Vescovo, la Palazzina dell’Orologio o el teatro d’Acqua.

El majestuoso teatro de agua forma parte de la arquitectura del siglo XVII y se encuentra frente a la fachada posterior de la Villa marcando el inicio del eje central.

La cascada principal surge a través de una cueva artificial de piedra y desciende a través de unos pequeña cascada escalonada. En los laterales dos esculturas de animales simbolizan el poder (león) y la ciudad de Lucca (pantera).


Posteriormente el agua fluye a través de las cinco máscaras de piedra y se vierte en pequeñas conchas, antes de caer sobre un estanque, desde donde se distribuye para alimentar todas las fuentes y acequias del jardín,
Los ejes laterales

En paralelo a la gran avenida central de césped, se abren dos ejes secundarios. El primero de ellos es una larga y estrecha avenida que conduce a la elegante Palazzina dell’Orologio, una construcción del siglo XVIII.


Se trata de un bello edificio coronado por un gran reloj que inicialmente estaba destinado al servicio y que queda perfectamente enmarcado por los grandes setos recortados.

Muy cerca de allí, un nuevo eje paralelo cruza el aromático jardín de los limones donde encontramos plantaciones de cítricos en macetas. Se trata de un elemento muy característico de los jardines renacentistas italianos, que valoraban mucho el aroma de los cítricos.

Este nuevo eje secundario que se extiende desde el jardín de los limoneros, nos conduce directamente a la gran pesquera enmarcada por una característica balaustrada, adornada con grandes macetas de terracota.

En su cabecera, dos grandes estatuas de gigantes en reposo, representan los ríos Arno y Serchio simbolizando el origen de agua y mostrando la grandeza del jardín.

En el jardín, no resulta difícil reconocer las partes del siglo XVII, ya que se encuentran enmarcadas por setos que controlan las visuales y esconden los distintos espacios que contienen.

Se trata del teatro vegetal, el teatro de agua, la pesquera y la cueva del ninfeo Pan. Todos ellos están decorados con un sinfín de estatuas de los Dioses y cuentan con múltiples chorros y fuentes de agua refrescando el ambiente.
Teatro di verzura

Todavía se conserva el espléndido y emblemático teatro vegetal (teatro di verzura) formado por setos de Taxus recortados, donde el siglo XIX, el gran compositor Paganini solía dar conciertos para Elisa Bonaparte, la hermana de Napoleón y Gran Duquesa de la Toscana, que había comprado la villa tras presionar fuertemente a su anterior propietario.


Estos teatros verdes fueron un elemento típico y característico de los jardines italianos a partir del siglo XVIII, donde se usaban mucho para representaciones teatrales en las noches de verano.
Grotta di Pan
El ninfeo más antiguo de la Villas de Lucca fue realizado sobre el 1570. Se trata de una construcción dedicada a Pan, divinidad de los pastores, los bosques y la vida salvaje, por eso su imagen es mitad hombre y mitad animal.

La construcción que originalmente pertenecía a la Villa de Vescobo y se encontraba aislada entre la naturaleza circundante, es un espacio de frescor, donde fluía el agua y se encuentra decorado con esculturas del Dios y animales salvajes.


El Jardín Andaluz
Uno de los elementos más recientes es el jardín Andaluz, que fue construido el 1924 por orden del conde Pecci-Blunt propietario de la Villa en aquel momento, al lado de la Grotta di Pan.

Este jardín conocido también con el nombre de jardín de las flores, se inspira en los jardines Hispano-Islámicos de la Alhambra y su diseño sigue la moda Art-Deco del momento, situando el agua y las fuentes como elemento principal.


A pesar de las múltiples remodelaciones importantes realizadas durante su historia, que incluyen una piscina y pista de tenis de principios del siglo XX la Villa Reale conserva todo su encanto. En aquella época artistas como Dalí, escritores como Alberto Moravia o personalidades como Jacqueline Kennedy o los Duques de Windsor frecuentaban la Villa.


En 2015 la Villa fue comprada por un nuevo grupo que organiza las visitas de sus jardines y se puede alquilar para eventos y actividades. La nueva propiedad se ha encargado de la restauración de los jardines que mantienen su carácter señorial y son sede de distintos eventos públicos y privados.
Las Villas Torrigiani y Garzoni
La visita a la Villa Reale de Marlia se puede complementar muy facilmente con la visita de dos bellos jardines históricos que se encuentran a muy pocos Kilómetros.


Se trata de los jardines de las Villa de Torrigiani y la Villa Garzoni, también descritas en este blog, que sin duda no defraudaran a los visitantes.
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