Ciudades Saludables
La gestión de los espacios verdes urbanos ha sufrido una transformación importante, en consonancia con la visión y constatación que se trata de infraestructuras claves para mejorar la salud y el bienestar de las personas.

La necesidad de avanzar hacia ciudades más saludables, comienza por la eliminación del uso y no aplicación de productos tóxicos en nuestros jardines
Gestión Integrada de Plagas
Es por ello que la mayoría de administraciones públicas han apostado por la estrategia de gestión integrada de plagas (GIP) con el compromiso de reducir de manera progresiva la utilización de plaguicidas y fitosanitarios en beneficio de la salud pública.

Para ello, es fundamental la aplicación de medidas que permitan el establecimiento de fauna auxiliar, de manera que podamos mantener las plantas bajo control biológico, sin apenas actuaciones de control con productos químicos,.


Métodos de control
En el caso de la procesionaria del pino (Thaumetopoea pytiocampa), usualmente se utilizaba un producto de control microbiológico el Bacillus thuringensis una bacteria que habita en el suelo y con buenas propiedades insecticidas, pero recientemente ha desaparecido de los productos registrados para su uso en parques y jardines, por lo que no se debería utilizar y debemos buscar alternativas en la lucha y control biológico.


Esta plaga, un lepidóptero defoliador que afecta básicamente a pinos y cedros, no representa un problema fitosanitario grave para los árboles, pero si constituye un problema de salud pública considerable debido a los pelos urticantes de las orugas, que pueden producir reacciones alérgicas graves a personas sensibles y animales domésticos en caso de contacto directo.


Es de destacar que los pelos urticantes que causan los procesos alérgicos no son los que cubren a las orugas, sino unos específicos que solamente abren cuando se sienten amenazadas.

Debemos pues desplegar una estrategia amplia y diversa, que incluya actuaciones específicas distintas en función de las ubicaciones detectadas y las características de las plantaciones afectadas.
Medidas recomendadas a utilizar para prevenir la plaga:
- Implantar medidas de desarrollo y fomento de la biodiversidad de parques y jardines, para favorecer el establecimiento de una fauna auxiliar (insectos, hongos y vertebrados) que nos ayuden en el control en sus distintos estadios de mariposa, crisálida, orugas y puestas.
- Crear zonas de refugio y protección de la fauna auxiliar tales como montones de piedras y troncos de madera en lugares discretos del parque.
- Implementar medidas que ayuden a establecer en el parque grupos de pájaros depredadores de la plaga, especialmente Herrerillos (Cyanistes sp) y Carboneros (Parus sp) , el Cuco común (Cuculus canorus), la Abubilla (Upupa epops) e incluso los murcíélagos, como instalación de cajas nido ya que en las épocas de cría es cuando más insectos consumen.
- Plantación de masas arbustivas autóctonas diversas para refugio y alimentación de las aves e instalación de comederos.
- En los lugares más sensibles como centros escolares y plazas públicas se recomienda un tratamiento preventivo de endoterapia vegetal individualizado a cada ejemplar a mediados de otoño.
- Instalación de trampas de feromonas, para valorar la incidencia de la plaga y para la captura de mariposas macho adultas durante la fase de vuelos.
- Estrategia de confusión sexual con feromonas a dosis altas. Es un método novedoso, respetuoso y muy selectivo, que funciona mejor cuando se trata de masas continuas y resulta menos efectivo en pinos aislados. Deben realizarse aplicaciones puntuales durante el verano y es más efectiva con los años.



Durante el otoño, si se detecta un elevado número de larvas en algunos ejemplares de difícil control, que hacen prever una elevada incidencia de la plaga, es posible realizar un tratamiento químico puntual, dirigido específicamente a aquellos.
Con la plaga ya instalada, en el momento que las bolsas ya se detectan visualmente a finales de invierno:
- Revisión y control exhaustiva de todos los pinos y cedros para detectar la presencia de bolsones durante los meses de febrero y marzo cuando son mas visibles y antes que las orugas desciendan al suelo.
- Retirada mecánica manual y destrucción mediante incineración de las bolsas accesibles.
- Instalación de trampas físicas, como anillos en el tronco que capturen las orugas cuando desciendan para evitar que lleguen al suelo en ejemplares grandes o aislados.



Finalmente es necesario también adoptar medidas para informar a la población de la posible presencia de la plaga en zonas de pinos y recordar la importancia de evitar el contacto directo con ella especialmente en el caso de los niños y animales domésticos.


Más información y ejemplos:
Como ejemplo de lo comentado aquí, dejo un par de enlaces de vídeos de Carbonero común (Parus major) atacando un nido de procesionaria y ayudando a su control.
Videos Carbonero común
https://www.youtube.com/watch?v=zCWTgsjj-2o
https://twitter.com/HNavalpotro/status/1229133056000364549
Información complementaria
Ver también Renaturalicemos nuestras ciudades y Gestión de la biodiversidad urbana
Molt interesante i molt útil Récords
Enviat des del meu iPhone
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Hem d’anar explicant de mica en mica que ja no podem fer les coses com ho feiem sempre i que aquests canvis són sempre a favor de la salut de les persones. Gràcies pel comentari.
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