The High Line (New York) ****

Abstract: An old elevated railroad track that was supported on black steel pillars, was abandoned for almost 25 years and miraculously, today houses the most innovative park in NYC.

De vía abandonada a parque icónico

Una vieja vía de ferrocarril elevada y sustentada sobre negros pilares de acero fue abandonada, durante más de 25 años, y amenazaba con derrumbarse sobre las calles.

Cuando el ayuntamiento de NYC ya había iniciado los tramites de demolición, dos jovenes entusiastas, Joshua David y Robert Hammond, descubrieron que entre las vías férreas había renacido espontáneamente un maravilloso jardín de plantas y flores silvestres.

Su decisión de empezar una lucha por salvarlo les llevó, en 1999, a fundar la asociación «Amigos del High Line», con lo que se iniciaba un largo camino para preservarlo y convertirlo en el maravilloso espacio público que es hoy.

Pero no todo es tan romático en esta historia. El enorme éxito del parque -que atrae más de 7 millones de visitas al año- dificulta el descanso de los vecinos y, además, a su alrededor se ha creado un tremendo boom inmobiliario que ha provocado gentrificación.

Hoy, la High line está rodeada de rascacielos y pisos de lujo. La tranquilidad soñada por los defensores de su conservación es ya imposible, pero prosigue con su gran reto de mantener un equilibrio que permita salvaguardar sus valores fundamentales de infraestructura verde.

Un parque elevado

Situado a casi diez metros de altura, el HighLine cuenta con doce escaleras y cinco ascensores que permiten acceder al parque y se ha ejecutado en distintas fases, entre 2009 y 2019.

El parque discurre en paralelo al río Hudson y sus 2,3 kilómetros de longitud unen los barrios de Meatpacking District, Chelsea y Hudson Yards, atravesando 20 calles.

La última zona en abrirse fue The Spur, con una gran plaza flotante sobre la décima avenida, donde se exponen obras de arte y se mantienen muy visibles la antiguas vías del ferrocarril rodeadas de vegetación, como guiño y homenaje al pasado del lugar.

Este es un lugar ideal para iniciar el recorrido por el extremo norte del parque y forma parte de Hudson Yards, el nuevo barrio de lujo ubicado en el extremo oeste de Manhattan.

Hudson Yards es un megaproyecto inmobiliario que prevee que en 2024 ya se habrán concludio los 16 nuevos rascacielos, que se estan construyendo sobre un aparcamiento ferroviario, que se mantiene activo.

Ahí también se encuentra la polémica escultura «The Vessel», de Thomas Heatherwick, una escalera en espiral a ninguna parte o el multidisciplinar espacio cultural The Shed. 

El recorrido

El diseño de Diller Scofidio + Renfro (DS+R) permite que, al pasear por la High Line, podamos sentirnos flotando a diez metros por encima de las ruidosas calles de Manhatan, tan cerca y tan lejos de ellas como uno decida.

En esta pasarela elevada, podemos sentarnos rodeados de plantas, tomar el sol o recorrer lentamente el antiguo trazado de la línea férrea hacia el sur, en dirección a Chelsea.

Pronto descubriremos lujosos edificios de viviendas que nos llaman la atención, algunos son obra de célebres arquitectos como el de Zaha Hadid, la primera mujer en ganar el premio Pritzker.

Pero la naturaleza mantiene siempre un elevado protagonismo en el High line y la pasarela elevada permite disfrutar del perfume y belleza de las flores, en ocasiones muy cercanas.

El diseño de las plantaciones es obra del prestigioso paisajista Piet Oudolf y está inspirado en el paisaje que creció espontáneo durante unos 25 años entre las vías del tren.

Segús sus propias palabras, la intención no es copiarlo, sino recrear las emociones y lo consigue a través de plantaciones de gramíneas, vivaces o bulbos, peró también dejando juntas abiertas entre las losas del pavimento, unas pequeñas grietas que podran colonizar las semillas silvestres.

A pesar que el High line es esencialmente una cubierta ajardinada y la capa de suelo en general no supera los 45cm, en algunas zonas se han plantado pequeños árboles que ofrecen sombra y refugio.

Una de las zonas más populares se encuentra entre las calles 14 y 15. Se trata de un solarium equipado con tumbonas de madera que pueden desplazarse sobre los antiguos railes y donde en verano, algunas fuentes de agua permiten remojar los pies.

El extremo sur de la High line está ya muy cerca. En el Meatpacking District, los restaurantes y tiendas de moda, ya han reamplazado los antiguos almacenes de carne que dieron nombre al barrio.

Muy cerca de aquí, florecen nuevas iniciativas, como los sorprendentes jardines de Little Island flotando sobre el río Hudson.

Financiación y Mantenimiento

En EUA es habitual que la construcción de nuevos espacios públicos sea financiada por mecenas privados. Más del 90% del coste de High park ha sido soportado per los Diller-Von Furstenberg, Tiffany, Bloomberg, Google, Goldman Sachs… y solo el resto por el ayuntamiento de NYC.

La High Line es propiedad de la Ciudad de Nueva York y lo mantiene la asociación Friends of the High Line, en gran parte a través del voluntariado que cubre aspectos desde labores de mantenimiento, información o captación de fondos.

Todo ello junto múltiples iniciativas para la financiación, como las campañas de adopción de un insecto o una planta del High Line, solamente a cambio de la satisfacción personal de saber que se está ayudando a los residentes naturales del High Line a prosperar.

Imágenes © josepmmompín Se permite uso no comercial citando la fuente http://www.visitandojardines.com

Ubicación: https://goo.gl/maps/ZrApnAfJbGhZZmmN6

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