Abstract: A unique romantic Genoese landscaped garden from the 19th century, which is structured around a theatrical story made up of a prologue and three acts. The story invites us on a fantastic journey with esoteric-masonic and philosophical nuances.
Una Villa histórica
Genova goza de un clima privilegiado en la transición de mediterráneo a subtropical húmedo. Sus inviernos templados y más de 130 días anuales con precipitación, marcan un entorno ideal para el desarrollo de una frondosa vegetación.

En este ambiente, surge un espectacular jardín de inspiración romántica, impulsado en 1840 por el Marqués Ignazio Allessandro Pallavicini, sobre la ladera de la colina de Pegli, frente la costa de Liguria.

En la parte posterior de la espectacular Villa familiar, el marqués encargó al polifacético escenógrafo, arquitecto y pintor Michele Canzio que diseñara un parque siguiendo los gustos y tendencias del momento. Un lugar que pudiera recrear un viaje fantástico a través del tiempo.

La propuesta de Canzio consistió en generar un itinerario esotérico-iniciático, donde transcurre una historia que se irá revelando poco a poco, conforme vamos descubriendo un jardín muy teatral que se extiende sobre 9 hectáreas de la colina.


Muy pronto, los jardines adquirieron gran notoriedad y atrajeron numerosos visitantes de Europa y America, hasta tal punto que se impulsó la construcción de una estación de ferrocarril y un hotel junto al acceso a la Villa. Este hecho marcó el inicio del turismo en la zona.
El recorrido
Cerca de la estación del ferrocarril, un largo camino ascendente flanqueado por encinas, nos conduce lentamente hasta el palacio Grimaldi, que fue la residencia estival de los marqueses.


Este camino en su momento unía la llanura agrícola Genovesa con la imponente Villa, cuya silueta hoy ha quedado difuminada en la trama urbana de Pegli.

Frente al palacio, rodeado de jardines que gozan de grandes vistas sobre el mar, se conserva un pequeño jardín botánico del siglo XVII, construido por Clelia Durazzo Grimaldi, tía abuela del marqués.
El Jardín romántico
Justo en el lateral de la Villa, desde una terraza, una pequeña puerta coronada por dos perros gruñendo, marca el inicio de un recorrido que nos conducirán por una fábula que transita a través de los siglos y las culturas.


El jardín es muy teatral, hasta el punto de estar organizado en una serie de escenas que forman una obra de teatro con prólogo y tres actos: el Regreso a la naturaleza, la Memoria y la Purificación.
Prólogo: La Avenida Gótica y la Avenida Clásica
El camino empieza sinuoso, atravesando una densa arboleda que evoca al bosque oscuro que Dante describe al comienzo de la Divina Comedia: “En medio del viaje de nuestra vida me encontré en un bosque oscuro, porque se perdió el camino recto”

Se trata de la Avenida Gótica, que entre los árboles nos conduce hasta un edificio neoclásico en forma de arco. Se trata de la casa del café, donde los visitantes podían empezar la visita degustando esta exótica bebida.

Tras el arco, aparece la elegante Avenida Clásica, rectilínea y con setos recortados, una fuente y una perspectiva muy estudiada que destila orden y control sobre los elementos.

Esta Avenida finaliza con un Arco de Triunfo y simboliza el inicio de la civilización urbanita actual. Una sociedad que impone sus normas y trata de someter a la naturaleza.
1r ACTO: El regreso a la naturaleza
Al final del vial, una inscripción en el Arco de Triunfo nos advierte de la posibilidad de mantener la rutina cotidiana -en cual caso debemos dar media vuelta- o bien, podemos empezar el viaje hacia un profundo cambio interior.


Si decidimos atravesarlo, la escenografía cambia radicalmente y, de repente, nos transportamos a un paisaje boscoso. Un lugar dónde de manera inesperada la fachada posterior del Arco se convierte en una cabaña de la montaña suiza.


A través de las distintas escenas del acto (Ermita, Oasis Mediterráneo, Lago y Fuente), iremos descubriendo distintos aspectos reparadores de la Naturaleza, desde los bosques de montaña hasta las especies tropicales.

Al final del acto, una cascada nos indica que tras el contacto con la naturaleza, nuestra mente se encuentra limpia y relajada. Ahora estamos preparados para proseguir el camino que asciende en busca de nuevos retos.
2ndo ACTO: La recuperación de la historia
En la parte más alta de la colina, las obras arquitectónicas de la Capilla de María, el Castillo del Capitán y el Mausoleo del Capitán toman el protagonismo y relegan la naturaleza a un papel más secundario.


Este acto nos lleva a una reflexión sobre el destino de la humanidad. Sus «follies» muestra un aspecto crítico del poder y la gloria, por la que muchos hombres están dispuestos incluso a sacrificar la vida.

El castillo, fortaleza del capitán, emerge poderoso y dominante en la cima de la colina como muestra de un mandato impuesto a la fuerza sobre el territorio y sus gentes. Aquí se muestra que las luchas y guerras movidas por ansias de poder, llevan solamente a la muerte y la destrucción.

Como símbolo de esta destrucción fratricida, aparecen las ruinas de la «Mansión del enemigo», una edificación medio derruida y derrotada, en una colina frente al castillo.


Siguiendo el camino, llegamos al final del acto. Aquí encontramos el Mausoleo del Capitán rodeado por las tumbas de sus soldados, muertos en la batalla. El mensaje es claro:¿merece la pena tanta lucha destructiva por un poder tan efímero?
3r ACTO: La Catarsis
A partir de este momento, el camino comienza a descender en busca del último acto dedicado a la Catarsis, una experiencia purificadora de las emociones humanas representada en cuatro escenas: las Cuevas, el Gran Lago, los Jardines de Flora y el Recuerdo



En la primera escena, la entrada a las cuevas, simboliza el fin de la vida terrenal que nos conduce al infierno de Dante. Pero el Inframundo no se muestra como un lugar de condena y sufrimiento, sino como un paso necesario hacia Paraíso.


Dibujo histórico de la gruta por Craffonara.
En el interior de la gran gruta, adornada con grandes estalactitas reales, los visitantes podían tomar una pequeña barca que les conducía hacia la luz. A la salida, se encontraban un lago plácido, rodeado de diversos elementos singulares.

La visión que se nos muestra es realmente espectacular, la vista va saltando de hito en hito aturdida por el caudal de información que aparece repentinamente, sin saber dónde detenerse.



Así, en la segunda escena, alrededor del lago se disponen estratégicamente, un Puente Romano, un Claustro Turco, una Pagoda, un Puente Chino y un Obelisco Egipcio, representando las diversas culturas de la tierra.


En el centro, presidiendo el conjunto aparece un sobrio templo neoclásico: el Templo de Diana, la diosa protectora de la naturaleza y la luna. Su color blanco, reflejado en el agua, aporta un toque de solemnidad y espiritualidad.

A poca distancia, pegada a la orilla del lago, encontramos la tercera escena representando el Paraíso, simbolizado en el Jardín de Flora.

Aquí, una Naturaleza esplendorosa vuelve a ser protagonista. En el Giardino dell’Approdo y el Viridario la diosa Flora cultiva las plantas en invierno, para permitir la continuidad de la vida.


Además, una figura de la sílfide alada, otro espíritu de la naturaleza, símbolo de aire que a través de la polinización permite el renacimiento, aparece perfectamente alineada con el Obelisco egipcio.

Una vez descubierto el Paraíso, la cuarta escena simboliza el Recuerdo. De nuevo nos enfrentamos a la Muerte, pero ahora se trata de la muerte del Hombre Justo, que dejó la vida dejando enseñanzas positivas a sus semejantes.


Lo simboliza una escultura del poeta Gabriello Chiabrera, a la que se accede solamente cruzando una fina corriente de agua. Una muestra más, de la fina línea del traspaso de la dimensión terrenal al más allá.
ÉXODO
Finalmente la historia esotérico-escenográfica llega a su conclusión y con la consciencia renovada, la mente relajada y una sonrisa de felicidad, dejamos el parque romántico deambulando entre grandes árboles y juegos de agua.


Atravesando un encinar en dirección a la salida, topamos con un cocodrilo atacando las crias de un águila. Esta figura que cierra el jardín, se cree que podría proceder de un antiguo jardín paisajista construido por Clelia Durazzo.

Un epílogo tan sorprendente e inesperado, como el resto de un jardín que sin duda deja grandes recuerdos y merece un gran reconocimiento al esfuerzo de recuperación y mantenimiento, que ejerce la Asociación Temporal de Empresas creada el 2013 con el objetivo de recuperar este maravilloso jardín histórico.
Ubicación: https://goo.gl/maps/NwHynZbbmZjThMgu8
Imágenes © josepmmompín. Se permite uso no comercial citando la fuente http://www.visitandojardines.com
ORGANIZACIÓN ESCENOGRÁFICA DEL JARDÍN
PRÓLOGO: La Avenida Gótica y la Avenida Clásica
ACTO 1: El regreso a la naturaleza
PRIMERA ESCENA: el ermitano, SEGUNDA ESCENA: el parque de atracciones, TERCERA ESCENA: el viejo lago, CUARTA ESCENA: la fuente
2do ACTO: La recuperación de la historia
PRIMERA ESCENA: la capilla de María, SEGUNDA ESCENA: la cabaña suiza, TERCERA ESCENA: el Castillo del capitán, CUARTA ESCENA: el Mausoleo del Capitán
3er ACTO: La Catarsis,
PRIMERA ESCENA: las cuevas / el infierno de Dante, SEGUNDA ESCENA: el gran lago, TERCERA ESCENA: los jardines de Flora, CUARTA ESCENA: el recuerdo
ÉXODO: Los juegos de agua
pinta molt bé !!!
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Realment és molt bonic i val la pena!
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¡Qué interesante! Gracias por esta visita virtual.
Un fuerte abrazo.
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Es un jardín excepcional por su relato Jose Luis. Muy recomendable, me alegro que te guste.
Un abrazo
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