Abstract: The design of the enigmatic labyrinth dedicated to Borges hides many references to the famous writer, which can be discovered little by little, if you look carefully.
Un laberinto enigmático
En la Isla de San Giorgio Maggiore, frente la Piazza San Marco de Venecia, existe un peculiar Laberinto inspirado en la obra de Jorge Luis Borges «El jardín de los senderos que se bifurcan».


Se trata de un homenaje a los 25 años de la muerte del escritor, se realizó en 2011 y es una réplica exacta de un proyecto realizado anteriormente en Mendoza (Argentina), a partir de un diseño especial obra del diplomático Randoll Coate.

Coate, que con los años se convirtió en un consagrado diseñador de laberintos, diseñó este laberinto pensando en Jorge Luis Borges, a quien había conocido unos años antes.

Todo arranca cinco años antes de la muerte de Borges, cuando Coate tuvo un sueño en el que recibía una llamada para anunciarle que su amigo escritor había fallecido y le proponían realizar uno de sus diseños para recordarlo.

Borges fue una persona enamorada de los laberintos y su simbología. A menudo hablaba de ellos relacionándolos con recorridos potencialmente infinitos en busca de la verdad, y lo relacionaba con Venecia, una ciudad de callejones laberínticos que le fascinaba.

Símbolos y misterios del Laberinto de Borges
El diseño de Coate esconde muchas referencias a Borges que se pueden descubrir, poco a poco, si se observa con atención. La forma del laberinto en su conjunto representa un libro abierto, este es el primer símbolo que hace referencia al escritor.


Si nos fijamos bien, podemos descubrir que el laberinto dibuja el nombre de Jorge Luis Borges. La casualidad de que Jorge y Borges contengan las letras en el mismo orden, es recurso que facilitó el trabajo y simbología del laberinto.

(foto instagram/hedgelover)
Los setos dibujan también la imagen del nombre reflejada en un espejo. En un primer momento parece que vemos la misma imagen duplicada, pero en realidad no es lo mismo sino lo opuesto.

Las dos “O” del Jorge (arriba) y del Borges (abajo) formaban un reloj de arena, simbolizando el paso del tiempo en este espacio.

Además, estos dos elementos también dibujan un 8 el de arriba y el de abajo un 6, una clara referencia a la duración de su vida: 86 años.

Y así, analizando los dibujos, también podemos descubrir un gran signo de interrogación (abajo a la derecha), el bastón de Borges (en horizontal al centro) e incluso las iniciales de su esposa MK (abajo a la izquierda).

La fundación Giorgio Cini ofrece una visita guiada al laberinto, con unos auriculares en los que podemos escuchar una suite especialmente compuesta para este fin, mientras lo recorremos.



Esta fundación llevó a cabo la recuperación de los edificios monásticos adyacentes a la basílica de Palladio y apostó por implantar el Laberinto de Borges en el conjunto, formando un tercer claustro, que complementa el conjunto.



La fundación Cini ofrece la posibilidad de realizar más visitas para completar la visita al Laberinto. Especialmente interesantes son las intervenciones sobre capillas vaticanas y el teatro vegetal.
Ubicación: https://goo.gl/maps/PxaWkRxM7aj7S5XT8
Más info: https://www.visitcini.com/en/home-eng-3/
Imágenes de la publicación ©josepmmompín (se permite uso no comercial citando la fuente http://www.visitandojardines.com)
Muy curioso. La historia que hay detrás del diseño y posterior ejecución al laberinto le dan un carácter especial que invita a recorrerlo.
Un fuerte abrazo, Josep.
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A pesar que no es un laberinto difícil de resolver, su simbología lo hace muy atractivo. Un abrazo Jose Luis
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