Bois-Guilbert es una pequeña población en la región de Alta Normandía, que posee un bello Chateau originario del siglo XVII, que es la residencia y taller del escultor Jean-Marc de Pas.

Siendo aún muy joven, heredó el castillo familiar donde vivía y un par de años después, se planteó crear un jardín a su alrededor. Creó así un marco natural para sus esculturas.


El punto de partida fueron 4 hectáreas de pastos y cultivos, salpicados por algunos árboles entre los que destacaban un viejo castaño del siglo XVII y un paseo de plátanos plantados en 1780.

Muy pronto, mediante adquisición de nuevas tierras, se amplió la propiedad hasta siete hectáreas y enseguida empezó la plantación de centenares de árboles y arbustos, destinados a acompañar y acoger sus obras, situados siempre en sitios cuidadosamente escogidos.


Con las plantaciones de tilos, castaños, abedules y tejos, entre otros, buscó crear una arquitectura vegetal que sirviese de marco para las esculturas, mostrando la armonía entre Arte y Naturaleza.

Actualmente setenta de sus obras, construidas en bronce, resina o cemento marcan el paseo por diferentes espacios que forman el jardín.


Se sitúan sin un recorrido prefijado, de manera que vayamos descubriendo poco a poco el parque. Son las impresiones de los visitantes la que marcarán el recorrido.

Los jardines se llenan de simbología que debemos ir intrepretando. A través del paseo podremos descubrir referencias a los elementos, la vida, las estaciones, el tiempo, la Tierra y el Cosmos, entre otros.


El jardín del cosmos, formado por un laberinto de boj en el corazón del parque, parece pensado para contemplar la bóveda celeste tumbados sobre el césped.

El semicírculo de árboles que rodea a “las mujeres de los cinco continentes” se formó con plantones obtenidos del magnífico castaño original del siglo XVII.


Tras los arboles, en el centro de la pradera, aparece poderosa una escultura dedicada a Gaia y el espacio solar, cuyo magnetismo reclama nuestra atención. En todo momento, percibimos la armonía entre arte y naturaleza.

Un poco más allá una pareja tumbada en el césped, la escultura de la aurora, el amanecer y el crepúsculo, o los caballeros etruscos, son algunas de las obras que podremos ir descubriendo mientras caminamos sin un rumbo prefijado.

Pasados 30 años desde las primeras plantaciones, el jardín goza de una vegetación desarrollada, que da cobijo a las obras, formando las bóvedas y pasillos imaginados por Jean-Marc de Pas y realza las esculturas.

Tras el Chateau, un claustro vegetal contiene las esculturas de las cuatro estaciones situadas en los cuatro puntos cardinales : el invierno al norte, la primavera al este, el verano al sur y el otoño al oeste.


El sitio organiza regularmente exposiciones de arte y conciertos. Actualmente es administrado por una asociación cuyo objetivo es compartir el Jardín, el Arte y la Historia, con la mayor cantidad de personas posible. Se trata de un proyecto vivo en el que se van incorporando nuevas obras.


Además de las obras de arte que acoge, los valores ambientales y paisajísticos del Chateau de Bois Guilbert han merecido la catalogación de «Jardin remarquable» por el Ministère de la culture Francés.
Ubicación: https://goo.gl/maps/mWaaV4o7zgzzrbFu7
Imágenes de la publicación ©josepmmompín (se permite uso no comercial citando la fuente http://www.visitandojardines.com)