Abstract; This imposing Villa, whose purpose was to show the great power of its owner, was extraordinarily famous throughout Europe in the 17th and 18th centuries for the beauty of its gardens.
Ubicación privilegiada
La espectacular Villa Aldobrandini, el primer jardín del barroco italiano, es también conocida como il Belvedere por su privilegiada ubicación en la ladera de una colina de Frascati.

La Villa se construyó en un punto desde el cual se abren unas extraordinarias vistas que alcanzan hasta la ciudad de Roma y la cúpula de San Pedro. Un lugar ideal para ver y también para dejarse ver.

La espectacular villa fue construida como residencia estival del cardenal Pietro Aldobrandini entre 1598 y 1604, y destaca por la imponente fachada que se hace visible desde varios kilómetros de distancia. La construcción, cuya finalidad era mostrar el gran poder su propietario, fue extraordinariamente famosa en toda Europa los siglos XVII y XVIII.


Un jardín de transición
El jardín, a pesar de que mantiene los rasgos de la simetría, proporción y disposición de elementos clásica del renacimiento italiano, adquiere unas proporciones imponentes propias de los inicios del barroco.


La inmensidad del jardín se sustenta sobre un gran eje que se inicia nada más traspasar el portal de la finca, con una potente alineación de encinas, y finaliza en el bosque, ya en la parte posterior, siguiendo la ruta que marca el trazo del agua. Para traerla hizo falta construir un largo acueducto de más de 8 kilómetros desde el monte Algido, que se mantiene activo todavía.


Las fuentes son, sin duda, una de las características destacadas del jardín y se disponen a lo largo del eje principal. La primera gran fuente aparece ya al final de la avenida que lleva a la villa y, en la parte posterior, se van disponiendo sucesivamente el Teatro delle acque, la Cascada, la Fontana dei Pastori y la Fontana Rústica situada ya en el corazón del bosque.

Formando una plaza recogida en la parte posterior de la villa, el Teatro del Agua es un ninfeo formado por 5 nichos que contienen numerosas esculturas mitológicas. En el nicho central, una gran figura de Atlas sosteniendo al mundo es, sin duda, la más sugestiva y destacada.



Más arriba se puede divisar la cascada,que flanqueada por dos columnas adornadas con espirales por donde bajaba el agua, parece surgir del bosque y nos indica el camino a seguir para adentrarnos a los misterios que se esconden más allá, entre los robles y castaños.



La parte superior del jardín se ha mantenido un poco descuidada desde que fue dañada por los bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial. Varias de las estatuas han desaparecido y algunos juegos de agua que solían remojar visitantes desprevenidos ya no funcionan, pero los jardines mantienen su encanto, su misterio y desde luego, las vistas siguen siendo realmente impresionantes.

Imágenes cedidas por Jordi Chueca i Abancó, @jordichueca
Ubicación: https://goo.gl/maps/mFJmkCpLjbL4TwVB6
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