El Cap de Creus, el espacio donde los Pirineos se hunden en el mar mediterráneo, presenta una configuración geológica, con estructuras y afloramientos que forman un paisaje único a nivel mundial.



La erosión producida por los elementos meteorológicos, ha hecho posible que aparezcan formas caprichosas y singulares, transformando el paisaje hasta darle un aspecto muy especial, casi lunar.

Todo el Paraje, que actualmente forma parte de una reserva natural integral, fue alterado de manera importante en 1961 cuando se construyó una ciudad de vacaciones privada, con más de 450 edificaciones y que se mantuvo activo durante casi 40 años.


Imágenes del antiguo Club Med en el momento de su decosntrucción
El proyecto de urbanización del club, realizado por Pelayo Martinez, un notable arquitecto de Figueres, fue polémico desde su orígen. A pesar de sus dudas Pelayo aceptó el encargo porqué pensó que nadie cuidaría como él, de no alterar demasiado un entorno tan singular.


La amenaza de derribo que pesaba sobre parte de las instalaciones desde su inclusión dentro del Parque Natural del Cap de Creus en 1998, provocó finalmente el cierre del centro el verano de 2004. En diciembre de 2005 el Ministerio de Medio Ambiente anunciaba la compra del Club Mediterranée de Cadaqués por un importe de 4,4 millones de euros.


Hoy, gracias a una magnífica intervención paisajística de deconstrucción selectiva y restauración realizada por Martí Franch, va recuperando la magia del lugar y la naturaleza más pura resurge entre las rocas, a la vez que distintos hitos nos ayudan a comprender el lugar.

Tudela está inmerso en un ambiente especial que le confiere la caprichosa geología de formas surrealistas, cuyas formas inspiración a artistas como Dalí, para algunos de sus cuadros de la época surrealista.


El tiempo y los agentes climáticos han esculpido distintas rocas con formas de animales (el camello, el águila o la liebre, entre otros), que podemos ir descubriendo mientras paseamos.


Dalí le comentó a Pelayo sobre Tudela: «Es un paraje mitológico que está hecho para dioses más que para hombres y hace falta que continúe para siempre, tal como está».

Gracias a la extracción de flora exótica e invasora que se había apoderado del paisaje y la restitución de las dinámicas ambientales, hoy la vegetación autóctona vuelve a colonizar con dificultad las grietas de las rocas, creciendo a ras de suelo para tratar de adaptarse a la tramuntana.



A su vez, las pocas infraestructuras que incorporó el proyecto, muestran también evidentes signos de desgaste y erosión ante los embates meteorológicos adquiriendo una patina especial.

De esta manera, poco a poco el Pla de Tudela recupera y consolida un paisaje único, cuyos valores deben permanecer para siempre, en manos de los agentes naturales.


Sin duda un lugar para visitar con calma, que invita a reflexionar y sacar muchas lecciones…
Ubicación: https://goo.gl/maps/r5CrjzjV9UvtKUSM9
Más info de Dalí/Cap de Creus: https://visitandojardines.com/2020/04/03/casa-dali-portlligat/