El gran palacio de Peterhof y sus jardines fuerón mandados construir por el zar Pedro el Grande a principios del siglo XVIII a unos 30km de San Petersburgo -la ciudad que había designado como capital de Rusia- en el golfo de Finlandia.

Su objetivo de abrir una ventana a Europa le llevó a construir una ciudad a imagen y semejanza de las grandes capitales del continente.


En este sentido Peterhof se inspira en el palacio y los jardines de Versalles y su magnitud ostentosa, busca poner de manifiesto el poder absoluto del zar.

Los jardines de marcado estilo barroco, se dividen en dos partes, el jardín inferior delante del Palacio a la cota del mar y el jardín posterior situado en la parte trasera.


Ambos destacan por la gran cantidad de fuentes y juegos de agua que contienen y que forman el complejo de fuentes más grande del mundo.

Cada dia a primera hora, son puestas en marcha de manera manual en medio de una gran espectación, mientras suena música clásica en la zona de la gran cascada. Este conjunto de más de 64 surtidores y 200 escultura resulta espectacular e imponente.

A lo largo de los distintos ejes del jardín, cuya opulencia está destinada a demostrar el poder de Pedro el Grande, se disponen algunos pabellones e infinidad de fuentes que nos invitan a pasear e ir descubriendo los espacios y rincones más escondidos.


Cabe destacar también la gran cantidad de juegos de agua que permanecen escondidos, destinados a sorprender al visitante con un remojón o ducha inesperada.


Tulipanes que escupen agua al olerlos, árboles fuente, bancos con surtidores que se activan por sorpresa o un precioso banco-parasol del que no podemos escapar sin remojar-nos, son algunos de estos elementos muy presentes en Peterhof.

La visita al jardín es larga por las grandes dimensiones de Peterhoff y la gran cantidad de elementos que van apareciendo a medida que nos movemos.


Siguiendo los planes del zar a cada palacio del jardín inferior les correspondía una cascada y estas se van sucediendo por los distintos ejes del jardín, cada una de un estilo diferente.

Las referencias a Versalles son una constante en todo el jardín y también aquí existen tres ejes principales que nacen del Palacio Marly y se intersectan con el Gran Canal.


Además, el palacio Montplaisir a orillas del mar acaba de completar la semejanza a lo que sería el Trianon Versallesco.


Durante la segunda guerra mundial, los jardines y el palacio fueron ocupados y devastados por el ejercito alemán, como recogen distintos carteles informativos con imágenes que vamos encontrando.


Afortunadamente buena parte de las esculturas y elementos de mayor valor habían podido ponerse a salvo con anterioridad, muchas de ellas enterradas en fosas en el propio jardín y, a día de hoy, de nuevo pueden lucir con todo su esplendor en un espacio totalmente restaurado y recuperado.
Ubicación: https://goo.gl/maps/f9YxLtAZB1rxm78U7