
En el Maresme, las rieras enfurecidas desembocan al mar alimentadas por las crecidas repentinas que generan las tormentas otoñales.

Las aguas arrastran montones de arena que se depositan al final de su trayecto, formando dunas donde crece la vegetación y facilitando, con ello, la creación de pequeños remansos de biodiversidad.

Este es el carácter que trata de recuperar el proyecto de la Mar Xica, realizado por Mompín-Fàbregas SCP junto con Landa, en una zona próxima a la costa totalmente encorsetada por las infraestructuras y edificaciones que la rodean.



El proyecto realizado es una apuesta por recuperar la esencia y devolver el lugar a sus orígenes naturales.