Abstract: The extraordinary baroque garden of Isola Bella, seen from afar, forms a majestic stone ship vegetated that calmly crosses the waters of Lake Maggiore
Una isla en forma de barco
El lago Maggiore, cerca de los Alpes es el segundo lago más grande de Italia y allí se encuentran unas pequeñas islas, propiedad de la familia Borromeo.

En una de ellas, el siglo XVII el conde Carlos III Borromeo mandó construir un gran palacio con espectaculares jardines de estilo barroco italiano, que quiso dedicar a su esposa Isabella, por lo que la bautizó como la «Isola Bella».

El jardín, se diseñó en distintos niveles, formados por una succesión de terrazas que forman una pirámide, de manera que visto des de la distancia simula un barco navegando por el lago.

Para poder visitar el palacio y los jardines, es necesario tomar unas pequeñas embarcaciones que parten desde Stresa y nos trasladan a la Isla, situada apenas a 400 metros de la costa.

A medida que nos acercamos, los jardines se muestran imponentes y podemos distinguir su orignal estructura, a modo de jardines colgantes que decidenden hacia el lago.
Décadas de trabajos
Para poder ejecutar el jardín, hizo falta trasladar una gran cantidad de tierra y materiales que cubrieran la roca original e inclusive fue necesario construir una torre con una noria que abastecia del agua necesaria para todos los juegos de agua y el riego.

Los trabajos se prolongaron durante varias décadas y finalmente, el palacio y jardines de la Isola Bella lograron convertirse en un lugar habitual de encuentro de celebres personalidades, reyes y emperadores, alcanzando un gran éxito social a final del S.XVIII y principio del XIX.


A pesar que el aspecto exterior del palacio es bastante sencillo, en su interior existe una gran cantidad de salas de decoración ostentosa, algunas de ellas fruto de la visita a Isola Bella de famosos personajes históricos como Napoleón, Musolini o los principes de Gales.
Las grutas
En la planta baja del palacio, se encuentran una serie de estancias singulares que poco a poco nos conducen al exterior.



Se trata de las grutas, compuestas por distintas salas con decoración rupestre de conchas, gijarros y pequeñas piedras, que forman un recorrido que se abre al principal acceso del jardín.

Accedemos a través del «atrio de Diana», desde donde arrancan dos escalinatas curvas que ascienden lentamente ocultando el jardín tras ellas y resuelven el encaje aixal del jardín. Este aparece de repente bajo unos enormes Cinanmomum canfora de más de 200 años.

Ante nosotros se abre el paisaje de un majestuoso jardín, donde domina por completo la visión el coloso anfiteatro, sin duda el elemento más destacado del conjunto.
Jardines colgantes
Los jardines cuentan con multiples terrazas, parterres y pasillos de bellísima factura, todos ellos caracterizados por unas vistas espectaculares sobre el entorno.

Las terrazas, que descienden hasta el borde de las aguas, acaban formando unos originales jardines colgantes.


Originariamente cada terraza estaba plantada de setos bajos, parterres de bojes formando figuras decorativas, algunos cipreses y sobretodo multiples colecciones de cítricos (limoneros y naranjos) plantados en macetas de terracota.

El Anfiteatro
Coronando los muros, se encontraban las estatuas, jarrones y maceteros y en la parte más alta, un teatro-gruta de tres pisos presidida en la parte mas alta por un poderoso Unicornio, el símbolo heráldico de los Borromeo.

El Anfiteatro o Teatro Massimo es el monumento más importante del jardín de Isola Bella y en él, estatuas, obeliscos y fuentes se integran formando un espectacular conjunto escenico.


Subiendo las escaleras de los laterales del anfiteatro accedemos a la terraza superior, situada a 37 metros sobre el lago y desde la cual se obtiene una bella visión del jardin del amor.


Los grandes obeliscos y las numerosas esculturas – atribuidas a Carlo Simonetta- son aquí los protagonistas y aparecen para recordar la grandeza e importancia del lugar donde nos encontramos.

Los jardines de la Isola Bella, a pesar de las modificaciones sufridas con el tiempo, conservan un notable interés como modelo de una época, en que los grandes jardines de las Villas, eran un elemento fundamental para el ocio y simbolizaban el poder de sus propietarios.
Ubicación: https://goo.gl/maps/WEKn2zyb14UiAF4m7
