En el valle del Duero, una zona caracterizada por las vides que se agarran y crecen sobre las pequeñas terrazas construidos en las escarpadas laderas de la zona, se encuentra uno de los jardines barrocos más representativos de Portugal.

Estos bellos jardines, fueron construidos en distintas etapas entre los siglos XVIII, XIX y XX, alrededor del palacio de Mateus, una bella mansión barroca del siglo XVIII mundialmente conocida por dar nombre a los famosos vinos rosados, que se producen en el norte Portugués.


El jardín se estructura en terrazas y simetrías, con elementos mucho más trabajados y elaborados en las terrazas más cercanas al palacio.

En ellas destacan elementos imponentes, como gran el túnel vegetal o la cuidada topiaria que dibuja espléndidas formas arabescas sobre las gravas.

A pesar de su larga historia, no fue hasta la primera mitad del siglo XX que se consolidó el jardín actual y se plantó el icónico túnel de cipreses que cubre la escalinata oriental, una de las imágenes icónicas del Solar de Mateus.


El túnel vegetal aparece como un elemento importante de la estructura laberíntica del jardín. Históricamente, estos laberintos fueron utilizados por la nobleza, como espacios donde poder mantener citas secretas, aparentemente casuales, sin que nadie sospechara.


Medio escondidas detrás del túnel, realzando el eje de perspectiva longitudinal, se construyeron tres estanques escalonados, que sutilmente, conducen la mirada hacia la naturaleza circundante, realzando así la grandeza del jardín.




En efecto, los límites del jardín, enclavado en medio de una vasta finca agrícola, son difusos y se pierden entre los campos, Distintos caminos y ejes nos conducen directamente a las plantaciones de vid y frutales, cuyos productos pueden ser adquiridos por el visitante.

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Ubicación: https://goo.gl/maps/57MjrSG7ywL5M6Rr6