Los proyectos desarrollados durante los primeros años de actividad profesional, suelen permanecer en el recuerdo de cada uno, de una manera difusa o incluso idealizada.


Recordarlos y revivirlos de nuevo, puede ser un buen ejercicio para comprobar nuestra evolución y ver si seguimos afrontando nuestro trabajo con la misma ilusión con que nos sentábamos ante un papel en blanco, dispuestos a trazar las primeras líneas de lo que acabaría siendo el jardín, que nacía en nuestra imaginación.

Es por ello que he recuperado algunas imágenes de aquellos trabajos de innegable sabor vintage llenos de recuerdos y vivencias…








