Nordstern park (Gelsenkirchen) ***

Abstract: The Nordstern coal mine operated in Gelsenkirken until 1993. When the mine closed, the land was left contaminated and many abandoned structures forced a rethink of its future and the definition of new objectives to overcome the resulting economic, social, and environmental crisis.

Paisaje de acero y carbón

Durante más de un siglo, la cuenca del Ruhr en Alemania fue el corazón minero e industrial de Europa. El carbón y el acero marcaron un paisaje de ríos contaminados, colinas de escoria, cielos cubiertos de humo y ciudades densamente industrializadas.

A mediados del siglo XX, con el declive de la minería y la siderurgia, la región sufrió un duro golpe por la crisis económica, social y ambiental sobrevenida, que obligaron a replantear su futuro y definir nuevos objetivos.

Se emprendió entonces una remodelación a gran escala del paisaje que comprendía la interconexión de distintos espacios en un único sistema: el parque paisajístico de Emscher – Ruhrgebiet, que hoy se reconoce como un logro excepcional de gestión de la naturaleza urbana y regeneración ambiental.

El proyecto contemplaba la transformación de antiguas rutas de transporte industrial y líneas de ferrocarril en carriles para bicicletas y senderismo y la conversión de enormes montones de escorias en magníficos miradores desde donde poder contemplar la grandeza de los distintos espacios que forman el Emscher Landschaftspark.

De mina a parque: una metamorfosis

Un buen ejemplo es en Gelsenkirken donde hasta 1993, funcionaba la mina Nordstern. Cuando la minería cerró, el terreno quedó contaminado, disperso y con muchas estructuras abandonadas.

Sobre los terrenos de la antigua mina de carbón Nordstern (Zeche Nordstern), situada muy cerca de la gran explotación de Zollverein la región apostó por contruir un parque con amplias zonas verdes, lagos y distintas rutas de paseo y en bicicleta.

En sólo unos años —entre 1993 y 1997— bajo el impulso de la Bundesgartenschau (la gran exposición federal de jardines de Alemania) y la iniciativa regional IBA Emscher Park, el sitio se rehabilitó, se saneó y se transformó en un gran parque.

Actualmente el parque tiene unas 100 hectáreas aproximadamente y cada año, el Nordsternpark recibe alrededor de 450.000 visitantes.

Paisaje renacido

Nada más entrar al Nordsternpark nos damos cuenta que representa mucho más que un parque convencional. En su interior descubrimos un paisaje renacido sobre la antigua mina de carbón.

El diseño del lugar juega con contrastes: Por un lado, la geometría clara de senderos rectos, diagonales y ejes visuales, junto con edificios y elementos que recuerdan la historia industrial del pasado reciente.

Por otro lado, aparecen colinas formadas con restos mineros, cubiertas por praderas y bosquecillos que invitan a explorarlas, a descansar y contemplar la naturaleza que se ha recuperado en la zona.

Puentes, canales y atracciones

El parque se divide funcionalmente: una zona que tiende al uso activo donde se concentran muchas personas, y otra que se reserva más al silencio, al descanso, a la naturaleza.

El parque es cruzado por el canal Rhein-Herne y el río Emscher, con modernos puentes peatonales que unen ambas orillas y definen los límites de las dos zonas.

Fue concebido para ser accesible y además de las rutas establecidas y conexiones a vías de ciclismo regionales y senderos señalizados, contienen distintos espacios ajardinados donde pasear tranquilamente y disfrutar del entorno.

Hércules solucionador de problemas

Uno de los iconos indiscutibles es la torre Nordstern, antigua torre de extracción de 83 metros de altura coronada por el monumental “Herkules von Gelsenkirchen”, una escultura de 18 metros creada por Markus Lüpertz, que vigila el parque como un guardián de acero y piedra.

El recorrido revela también otras huellas del pasado: chimeneas convertidas en esculturas industriales, puentes históricos recuperados, y un gran anfiteatro al aire libre junto al canal, que en verano se llena de música y festivales como el Rock Hard.

El Nordsternpark es a la vez museo al aire libre, parque urbano, escenario cultural y hábitat ecológico de primer nivel. Un ejemplo tangible de cómo la cuenca del Ruhr pasó de ser un paisaje negro de carbón a un mosaico verde y azul, donde conviven memoria industrial, arte contemporáneo y naturaleza recuperada.

Todo ello se articula a través de la ruta de la Industriekultur, una ruta temática que conecta los monumentos industriales más impresionantes de la región del Ruhr a lo largo de 400 kilómetros.

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Ubicación Maps: https://maps.app.goo.gl/4ebtMRvRmr29J5kb9

Imágenes ©josepmmompín Se permite uso no comercial citando la fuente http://www.visitandojardines.com

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