Abstract: The historic garden of the Pazo-Museum Quiñones de León is located within the Parque de Castrelos, the largest in Vigo, and is considered one of the most unique examples of a Galician pazo due to its distinctive features
Arquitectura tradicional
El Pazo-Museo Quiñones de León, situado en el Parque de Castrelos, el más extenso de Vigo, es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura tradicional de los pazos gallegos

Los jardines, cuyo trazado data del siglo XIX, se distribuyen en varios espacios diferenciados: el jardín de acceso, el jardín posterior con el jardín francés y la rosaleda, y, finalmente, la pradera del té y el bosque, que constituyen la parte más paisajística.

El sobrio jardín de acceso, ubicado frente a la entrada principal, se caracteriza por su fuente central, rodeada de césped. En uno de sus laterales, un soberbio muro con garitas define el límite con el jardín inferior


Tras el muro, se encuentra la terraza situada a nivel más bajo, caracterizada por un pequeño jardín formal y se extiende un espacio sombreado por grandes magnolios, al que se puede acceder por una escalera.


Rodeando el entorno inmediato a la vivienda, frente a la fachada posterior, descubrimos el jardín francés, caracterizado por su característica perspectiva geométrica.
El jardín francés y la rosaleda
Su estructura está inspirada en los grandes jardines barrocos, dominada por un potente eje longitudinal que permite divisar toda la propiedad.


La zona más cercana al palacete se distingue por un intrincado diseño de setos de boj, que trazan un patrón laberíntico alrededor de una pequeña fuente central y un imponente camelio centenario, conocido como Matusalén. Su imponente porte y longevidad, lo sitúan como uno de los ejemplares más destacados de Galicia

Siguiendo el eje del jardín francés, en la zona más alejada, se abre un espacio de mayores dimensiones, definido por setos meticulosamente recortados que dibujan elegantes simetrías circulares.

El jardín se organiza en tres niveles diferenciados: en el nivel central se sitúa el jardín francés, mientras que en el nivel superior se encuentra la rosaleda, separada de este por el singular Paseo de los Escudos.

Desde la terraza superior, el Paseo de la Rosaleda nace de un cenador cubierto por una pérgola de madera —antiguo invernadero— y se extiende siguiendo un eje paralelo al del jardín francés


Poco a poco la rosaleda, se va transformando en un paseo que se funde entre sombras al final del jardín francés.
Viveros y pradera
A partir de aquí, poco a poco el diseño del jardín se transforma y la formalidad se difumina, para dar lugar a un paisaje más romántico.


Un sólido muro de grandes bloques de granito, en las grietas del cual nacen esplendidos helechos, delimita el espacio ocupado por el jardín francés y marca el inicio de la pradera y el bosque.


Este muro y su balustrada, formaron parte de la fachada de la casa de Núñez, lugar donde vivió y murió la filósofa y activista social Concepcion Arenal y fue trasladado aquí a mediados del s XX.

En esta área se hallaban los antiguos viveros del jardín, transformados en la actualidad en un espacio de experimentación y descubrimiento conocido como ‘el jardín sensorial’.

Las viejas banquetas de semilleros, han sido transformadas en vistosos macizos de plantas aromáticas cuidadosamente selecionadas, para facilitar su estudio y reconocimiento.
Jardín paisajístico
Un palomar circular (Pombal) del siglo XIX, edificado sobre unas grandes rocas y un pequeño arroyo que discurre entre grandes árboles, marcan el punto central del jardín romántico.


Este jardín de estilo inglés, conocido como «Pradera del Té» por la costumbre británica que tenían los dueños de tomar el té en este lugar, se encuentra en el nivel más bajo de los jardines.

Se trata de una pradera rectangular, rodeada por dos pequeños senderos alrededor de un estanque formal, con una isleta central donde se muestra una maqueta del pazo. El espacio se encuentra plantado con grandes árboles distribuidos de manera irregular.

Siguiendo el recorrido de esta terraza inferior, llegamos de nuevo al jardín formal de magnolias y al muro con almenas, donde las garitas señalan el regreso al jardín de acceso al Pazo.


Gracias a la bondad del clima en Vigo, en el jardín se pueden observar extraordinarios ejemplares de árboles como el enorme camelio del jardín francés, cuya edad ronda los 150 años, los exóticos tuliperos de Virginia y los viejos magnolios de la pradera entre los que se encuentra el más grande de Galicia.
Ubicación maps: https://maps.app.goo.gl/vDXEfFoubbRwfQMN8
Más info de: Pazos Gallegos
Imágenes ©josepmmompín (se permite uso no comercial citando la fuente http://www.visitandojardines.com)
