Abstract: A highly representative building from the era when Seville was the economic hub of the former Spanish colonial Empire, blending Gothic and Mudejar styles from the late Middle Ages with Renaissance influences from the 16th century.
Palacio señorial
Este palacio señorial es fruto de una mezcla estilos gótico-mudéjar de fines de la Edad Media con posteriores aportaciones renacentistas. Es por ello un edificio muy representativo de la época en que Sevilla fue el centro económico del antiguo Imperio colonial.


El gran edificio nobiliario se construyó en distintas fases: un palacio medieval del siglo XV, construido por los Adelantados Mayores Andaluces sobre inmuebles confiscados por la Inquisición ocupa el núcleo central; una ampliación renacentista del siglo XVI se extiende por un lateral; y un nuevo palacio, de finales del XVI, completa el conjunto.

En 1518, el primer Marqués de Tarifa realizó un Gran Tour por Europa y Tierra Santa. A su regreso, decidió reformar su palacio incorporando las influencias de su viaje. Así, lo bautizó como «Casa de Pilatos», en referencia a la residencia de Poncio Pilato en Jerusalén.
Patios y Jardines
Los patios y jardines de la Casa de Pilatos son una de las joyas imprescindibles de Sevilla, una combinación perfecta de arte, historia y naturaleza, ejemplo de la riqueza cultural de la ciudad.


El acceso principal se producía a través de un gran portal de mármol renacentista, por el patio de las caballerizas, aunque hoy la visitas turísticas accedan al palacio por un lateral.

Desde aquí, una puerta bellamente decorada con mosaicos y adornos de fundición de hierro, da paso al noble edificio de dos plantas articulado en torno a un gran patio andaluz.

Este patio porticado es un gran ejemplo de la fusión arquitectónica del mundo romano y musulmán, que en su momento representó el origen de los patios andaluces.
El Patio Central
El elegante patio central rodeado por columnas es uno de los tesoros del palacio. De marcado estilo renacentista, articula los salones y jardines que se distribuyen a ambos lados.

Cuenta con una preciosa fuente central y en las esquinas, se alzan cuatro colosales esculturas muy antiguas, tres tienen origen romano del siglo II y la otra es griega del siglo V a.C.


La gran fuente de mármol blanco que preside el patio, es de origen genovés y, en la parte superior está coronada por una escultura de Jano el Dios bifronte, que según la mitología tutela los accesos.


Las paredes que rodean el patio, contienen bustos de emperadores romanos y en la parte baja, un sinfín de elaborados azulejos del siglo XVI, forman una de las mayores colecciones de Andalucía, solamente comparable con los del Real Alcázar.



El patio mantiene una estrecha relación con todas las estancias y salones de la planta baja a través de las múltiples puertas y aberturas que los comunican.


También grandes ventanales en los salones y en la escalera permiten la entrada de luz y a la vez, se pueden contemplar los jardines, siempre desde un espacio recogido y fresco.
Jardín Grande o del Duque de Alcalá
Cuando a mediados del XVI el I Duque de Alcalá, encargó a Benvenuto Tortello la reforma de su palacio, este optó por construir un nuevo palacio anexo al antiguo, sin alterar la estructura.

Siguiendo la moda del palacio italiano del momento, se construyeron loggias superpuestas con vistas al paisaje exterior, aunque en este caso era un jardín interior construido sobre las antiguas huertas.

Así nació el Jardín Grande, un lugar de estilizadas geometrías rodeado por bellas construcciones, con parterres y fuentes siguiendo las formas típicas del jardín renacentista.


Se construyeron dos grandes galerías (loggias) de triple arcada sobre columnas, con varias hornacinas para bustos en las paredes y una gran fuente central, rodeada por setos.


Naturalmente, el agua juega un papel esencial en el jardín, reflejando su carácter andalusí y es también una manera eficaz de refrescar el cálido clima sevillano.



Para reforzar el carácter «italianizado» del jardín, este cuenta con una pequeña gruta en una de las esquinas y con distintas esculturas típicas de los jardines renacentistas.
El Jardín chico
En el origen, existían aquí dos pequeños jardines separados por una galería que conducía a la vecina iglesia de San Esteban y que a principios del s.XX, quedaron unidos en un solo espacio.



Frente a la loggia, se extiende el espacio conocido como el «Jardín del Pretorio», con un pequeño estanque rectangular, adornado por una escultura en bronce de Baco niño obra del famoso escultor Mariano Benlliure, del año 1900.


Esta alberca recuerda el privilegio del palacio a contar con «agua de pie» procedente de los Caños de Carmona, el antiguo acueducto que abastecía de agua las huertas del Alcázar y las fuentes de la ciudad y al que solamente unas pocas fincas de la ciudad tenían acceso.



Del resto del jardín chico, que se dispone en dos terrazas, el elemento más destacado es una escultura de un niño con una ave en la mano situada sobre una columna y que representa a Eros, el dios griego del amor y del deseo.
Escalera monumental
No podemos finalizar la visita sin admirar la monumental escalera que arranca del patio principal y conduce a la planta superior, desde la cual se puede observar el Jardín Grande.



El cubrimiento ostentoso de techos y paredes, con una gran cúpula representando el firmamento y las paredes totalmente recubiertas de azulejos, simbolizan perfectamente la riqueza y el poder que atesoraban los propietarios del palacio.
Ubicación maps: https://maps.app.goo.gl/s4PLifnRihSfuLQLA
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