10 Claves del jardín sin riego

Abstract: «The Mediterranean landscape garden should cease imitating the English landscape and instead draw inspiration from its own unique landscapes. Only by doing so can it become significantly more sustainable and better adapted to the climatic conditions of water scarcity.»

El Jardín mediterráneo

En la región mediterránea resulta imprescindible adaptar el estilo de nuestros jardines a la climatología, que viene marcada por una estación estival extremadamente seca y unas lluvias concentradas cada vez en menos días de primavera y otoño.

Nuestro jardín paisajístico debe dejar de imitar el paisaje inglés para inspirarse en los paisajes propios del mediterráneo, con sus cromatismos estivales. Solamente así, podrá ser mucho más sostenible y resiliente.

La escasez de agua, y las sequías cada vez más frecuentes, requieren que diseñemos nuestros jardines para que puedan subsistir sin apenas riegos, ni aportaciones externas de agua.

Para tener éxito en la implantación de un jardín seco es necesario seguir algunos consejos básicos.

1. Jardín Naturalista:

El jardín debe estar inspirado en la naturaleza cercana y adaptado a sus procesos, utilizando de manera preferente, vegetación autóctona y materiales cercanos.

En general, las platas autóctonas estan adaptadas para soportar una temporada seca muy marcada en verano y, su floración, está básicamente concentrada en primavera y otoño.

Además, debemos aprender a valorar como merecen la notable aportación paisaística y estética de determinadas flores secas, durante el verano.

2. Suelo pobre:

La mayoría de las plantas mediterráneas están adaptadas a los suelos pobres, pedregosos y con poca disponibilidad de agua. En estas condiciones, se favorece la formación de un sistema radicular potente y profundo que aporta gran resilencia frente a la sequía.

Muchas de las plantas adaptadas a prosperar naturalmente en fisuras de muros y rocas como Capparis spinosa y en suelos pedregosos como Pistacia lentiscus o Rosmarinus officinalis, suelen ser muy adecuadas para un jardín seco.

La plantación sobre un sustrato que favorezca la formación de un sistema radicular profundo, és fundamental para el éxito del jardín seco.

Por contra, un sustrato rico en materia orgánica y nutrientes favorece un desarrollo excesivamente rápido de las plantaciones y puede provocar problemas en verano, cuando las raíces no son capaces de abastecer de agua la parte aérea de la planta.

Tampoco es recomendable sustituir la primera capa de suelo con un sustrato mejorado, ya que la materia orgánica retendrá la humedad y las raíces crecerán más superficiales.

3. Drenajes:

Es muy importante descompactar el suelo antes de plantar y tambien, generar zonas de drenaje. De esta manera favorecemos que las raíces se desarrollen rápidamente en profundidad y la planta sea más resistente frente a las situaciones de sequía.

Además, las plantas mediterráneas, en general, soportan mal el encharcamiento, sobretodo en invierno por lo que en algunos casos puede ser recomendable aportar gravas para mejorar la infiltración, o plantar en pequeñas motas elevadas.

4. Plantas pequeñas:

Las plantas grandes criadas en los viveros durante años, habitualmente tienen dificultades en adaptarse a un jardín seco y presentan poca resistencia al estrés hídrico estival.

Tener un poco de paciencia al principio, utilizando plantas pequeñas y bien enraizadas, favorecerá que éstas se adapten mejor y, muy a menudo, crecerán más rápidamente de lo que pensamos.

5. Mulch mineral:

Aplicar una capa de gravas de entre 5 y 10 cm de espesor, evita la evaporación y dificulta la aparición de especies espontáneas no deseadas que compiten por el agua.

Utilizar granulometrías de entre 6 y 12 mm como mínimo, puede facilitar las labores de limpieza y mantenimiento. Granulometrías más finas pueden propiciar la germinación de plantas adventícias.

En general, el Mulch orgánico no es recomendable para un jardín sin riego, ya que las plantas pueden crecer demasiado en primavera y luego sufrir mucho los períodos de estrés hídrico.

6. Densidad y especies cubre suelos:

Diseñar una densidad de plantación correcta para cubrir la mayor parte del suelo posible, evitará la germinación espontánea de plantas adventicias.

La utilización de plantas perennes que no dejen pasar la luz y de plantas cubre suelos, también evitará, en buena medida, la aparición de estas especies no deseadas en el jardín.

7. Plantar en otoño:

En el mediterráneo, el otoño suele ser una estación templada y húmeda que permite desarrollarse a la vegetación. Plantar en esta época facilita el desarrollo de las raíces y afrontar el verano en mejores condiciones para soportar la sequía.

A pesar de que parezca que las plantas están paradas durante el invierno, a menudo estas siguen desarrollando su sistema radicular.

8. Podas:

En las plantas mediterráneas, el crecimiento de la parte aérea y la floración suele concentrarse en primavera, una época de alta disponibilidad hídrica.

Una ligera poda de primavera tiene la ventaja que permite reducir el tamaño de la parte aérea y ayuda a que la planta pueda aguantar mejor la sequía estival. También así, retrasamos la floración y alargamos así la temporada de interés.

Una poda en verde de las partes superficiales, favorece la ramificación y ayuda a conseguir una planta densa y equilibrada, más resistente.

9. Riegos:

En general, debemos aplicar solamente unos pocos riegos en los períodos iniciales del jardín y estos deben ser muy profundos. Es necesario descartar los riegos frecuentes de poca profundidad y los riegos automáticos por aspersión o difusión.

Con el jardín consolidado, debemos evitar regar en verano cuando las plantas están en período de reposo, con temperaturas altas. En muchos casos, estos riegos pueden favorecer la proliferación de hongos que afectan raíces y tallo, provocando la muerte de las plantas.

10. No favorecer las malas hierbas:

El control de vegetación no deseada que compita por los recursos, resulta clave en un jardín sin riego. Como hemos visto, cubrir el suelo con mantillo mineral es una solución muy interesante que limita la pérdida de agua por evaporación y dificulta su aparición.

Algunas prácticas habituales como entrecavar el suelo, deberían evitarse, en la medida de lo posible, ya que pueden activar las semillas latentes del terreno y favorecer la aparición de nuevas especies no deseadas.

En general, tampoco son recomendables las mallas cubre suelos y anti-hierbas ya que varían las condiciones edáficas y dificultan la formación de las micorrizas, claves en la capacidad de explorar el suelo, de nuestras plantas.

3 Comments

  1. Muchas gracias y enhorabuena por ese blog que acabo de descubrir.
    Que suerte haber podido ver tantos jardines 🙂
    Y que bien que lo compartas con nosotr@as. Mil gracias.

    (Una cosita: yo preferiría no utilizar los términos “malas hierbas” o “ limpiar” el monte: no existen malas hierbas ( generaciones anteriores se las comieron y les ayudaron a superar hambrunas) ni es sucio el Monte.

    Me alegro y me hace ilusión poder seguir consultando este Blog.
    Un abrazo.

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    1. Hola, me alegro mucho que te guste el blog y los jardines que comparto. Es para mi un placer recibir comentarios como el tuyo 🙂
      Gracias por tu apreciación sobre las «malas hierbas», estoy totalment de acuerdo y si te fijas ya he eliminado esa palabra del post.
      A pesar que no me aparece tu nombre, epero seguir contando con tus valiosas aportaciones!!!
      Un fuerte abrazo

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  2. Es una delicia ver los jardines floridos, pero a veces es complicado hacerlo si la escasez de agua es importante. Por eso este artículo, nos ayuda a usar técnicas que debemos poner en práctica. Nosotros también desde La Tienda de las Flores intentamos ofrecer consejos a quien le gustan las flores.

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