Abstract: This magnificent Villa Veneta in Stra, with its famous gardens, was built in the 18th century by the wealthy Pisani family to celebrate the election of Alvise Pisani as Doge of Venice and is characterized by a false palatial façade, which is part of the scenic decoration of the garden.
La “Riviera del Brenta”
El antiguo cauce del río Brenta, a su paso entre Padua y Venecia, fue canalizado en el siglo XVI para facilitar la comunicación y el traslado de mercancías entre ambas ciudades.


Pronto se convirtió en la continuación del Gran Canal de Venecia y en sus orillas, se fueron construyendo ostentosas villas vacacionales, que antiguos comerciantes convertidos en nobles y aristócratas, recorrían de fiesta en fiesta en unas lujosas embarcaciones llamadas burchiello.
Símbolo de poder
La mayor de todas, es la magnífica Villa Pisani que fue construida el siglo XVIII por la rica familia de banqueros veneciana Pisani, sobre una modesto caserio del XVI, para celebrar la elección de Alvise Pisani como Dux de Venecia.

Alvise Pisani, fue embajador de Venecia el la corte de Luis XIV, el Rey Sol y, de desaba que su Villa y jardín se inspirasen en Versalles, a pesar que sus dimensiones eran diez veces menores.

Por ello, el diseño es más suntuoso que la mayoría de las villas venecianas, el jardín dispone de distintos ejes al infinito y el palacio se construyó con 114 habitaciones y una gran fachada con cariátides, angeles y varias estatuas.
Jardín espectacular
Nada más acceder a la Villa, observamos un gran pasillo de solemnes columnas. Al fondo una modesta puerta nos enmarca la salida a jardín, dominado por un gran eje de agua.

Al acercarnos, sorprende comprobar las dimensiones del jardín y descubrir que tras un largo canal se alza otro enorme edificio palaciego, con el que los Pisani mostraban su enorme poder a sus invitados.


El jardín, de diseño barroco, se estructura a partir de un gran eje principal enfatizado por el canal de agua, que une los dos palacios y, en los laterales, se sitúan los distintos jardines temáticos.

El Laberinto del amor
Una de las partes más interesantes de estos impresionantes jardines temáticos es un gran laberinto, conocido como el «Laberinto de amor» ya que era el lugar perfecto para discretos juegos y encuentros amorosos.


Está formado por un recorrido circular con varios patrones de repetición concéntricos a partir de una pequeña torre central. Allí junto a la estátua de Minerva, se cuenta que nobles damas enmascaradas retaban a los caballeros a resolver el laberinto, para encontrarlas.

También la tradición local sostiene que Napoleón se perdió en su interior durante su estancia y, que cuando Hitler y Mussolini se encontraron aquí en 1934, descartaron adentrarse en él por temor de no poder encontrar la salida.
Exedra y casa de los jardineros
Este original pabellón se encuentra en el centro de 6 ejes de perspectiva y en su cubierta, un gran óculo enmarca el firmamento. Desde este punto nacen seis caminos radiales que parten en todas direcciones.


Por los laterales está conectado con las casetas de los jardineros y surgen de él unos agradables paseos, sombreados por una pérgola en forma de túnel, cubierto por glicinias.


La Coffee House.
Esta original construcción semi-escondida entre los árboles, está ubicada en una pequeña colina artificial rodeada por un pequeño curso de agua. Su función era ofrecer frecor a los visitantes a través de una rejilla en el suelo.


Bajo la casa de café, existe una cavidad donde se conservaba el hielo hibernal. Además, la sombra de los árboles que la rodean y una apertura a norte, permitían mantener la temperatura baja y ejercer su función refrescante.
La Orangerie
En su origen, esta zona acogía los huertos monumentales de la Villa y años más tarde se convirtió en un jardín de conservación y exhibición de agrios, algunos de los cuales todavía perduran.



Las distintas variedades de cítricos que cultivaba la família, se exhibian en grandes maceteros, rodeados por altos setos de carpe en los que se encuentran inscrustadas distintas figuras mitológicas setecentistas.


También se contruyeron aquí distintos invernaderos, donde además de la cítricos se podían proteger y conservar las plantas más sensibles a las bajas temperaturas.
Las Cuadras
Al final del eje central, tras el gran canal de agua, se levanta la enorme la edificación que cierra la perspectiva y que semeja un segundo gran palacio de la Villa.


En realidad peró, se trata de una construcción del siglo XVII que tras la imponente fachada decorativa, esconde unas sencillas cuadras donde se guardaban los caballos y que en ocasiones, era utilitzada para organizar fiestas y banquetes al aire libre.

Así esta espectacular fachada que tapa los establos, forma parte de un decorado escénico del jardín y se implementó a partir de 1720 segun el diseño del arquitecto paduano Gerolamo Frigimelica.

Y es que en esta Villa, la apariencias y el simbolismo son claves para entender como el conjunto estaba diseñado para mostrar y transmitir a los visitantes, el gran poder y la riqueza de los Pisani, cosa que conseguía con notable éxito.

En 1807 tras la ruina familar, la villa fue comprada por Napoleón que la regaló a su hijo adoptivo. También pasaron por aquí el Zar de Rusia y los Habsburgo hasta que en el siglo XIX, pasó a ser propiedad del Estado italiano y hoy es sede de un museo nacional.
Imágenes © josepmmompín. Se permite uso no comercial citando la fuente http://www.visitandojardines.com
Ubicación: https://goo.gl/maps/FKtQTv8vR6Y6iQdF8
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