Villa Melzi d’Eril (Bellagio-Lago di Como) ****

Abstract: At the beginning of the 19th century, exotic plants became fashionable in gardens. They symbolised, more than anything else at the time, the social status of their owner and sparked a great rivalry between two of the most prominent Italian political figures of the time.

Símbolo de poder

A orillas del Lago de Como, se encuentra una Villa, cuyo jardín provocó a principios del XIX, una gran rivalidad entre dos de las personalidades políticas italianas más destacadas del momento.

En este período de la historia se dio un gran auge del comercio colonial que alimentó la pasión por la flora exótica proveniente sobre todo de las Américas y de Oriente, en buena parte gracias a las incursiones del ejercito de Napoleón.

Además, el clima húmedo de la región de Como, con sus inviernos suaves y el suelo ácido ofrecía un entorno ideal para la implantación de estas nuevas especies, una moda que representaba más que nada en aquel momento, el estatus social de quien las poseía en sus jardines.

Francesco Melzi d’Eril, un aristócrata milanés, fue nombrado vicepresidente de la primera República italiana por Napoleón y, decidió a principios del siglo XIX establecer su residencia de verano en un lugar con una vista increíble junto al lago di Como.

Villa Neoclásica y jardín romántico

La Villa Melzi fue construida sobre un antiguo caserío familiar del s XV. Sus formas neoclásicas, simples y austeras, se integran muy bien con el paisaje de alrededor, que parece formar parte del propio jardín.

Justo enfrente, se encuentra Villa Carlotta, la residencia estival del gran rival político de Melzi. Este hecho provocó que la mayoría de las plantaciones y elementos de valor si situaran junto al lago, en un lugar muy visible para su competidor.

El parque de Villa Melzi fue encargado a Luigi Canonica y al botánico Luigi Villoresi, que diseñaron el jardín sobre la ladera de la colina. El límite con el lago, lo marca un sendero rectilíneo sombreado por una alineación de plátanos y una serie de plantas exóticas situadas en la vera.

Además, siguiendo la moda de los jardines románticos, el parque se decoró con abundantes esculturas neoclásicas, renacentistas, egipcias y etrusco-romanas.

Pero los auténticos protagonistas de este jardín no son los ornamentos sino los numerosos árboles ejemplares, todos ellos de especies exoticas de gran valor simbólico en su momento.

Pasión por las plantas exóticas

El poderoso deseo de poseer ejemplares de árboles poco conocidos y poderlos mostrar públicamente, marcó una época de gran desarrollo en estos jardines.

Múltiples especies exóticas y raras se encuentran por todas partes. Entre las más relevantes encontramos Hayas, Zelkovas, Liriodendron, Cedros del Líbano o un precioso Pinus devoniana plantado junto al lago.

También grandes ejemplares de coníferas provenientes del continente americano como las Secuoyas, Ocotes o Calocedrus ocupan un lugar destacado, siempre situados en las partes más visibles desde el exterior.

Melzi parecía ocuparse personalmente de situar sus mejores árboles y sus nuevas adquisiciones junto a la ribera del lago, donde mayor visibilidad tenían desde Villa Carlotta, para mostrarle su poder a Sommariva.

imagenes de los jardines de Villa Carlotta

Este respondía a la provocación con nuevas plantaciones y así, ambos jardines fueron creciendo bajo un impulso que les permitió albergar un gran patrimonio vegetal.

Elementos arquitectónicos

Más allá de plantas exóticas, los jardines de Villa Melzi contienen también pequeños rincones llamativos y remarcables, como una pequeña gruta artificial, situada cerca de la entrada que contribuye a crear la deseada atmósfera romántica.

Este elemento de formas naturalizadas, da paso a un pequeño jardín de estilo japonés, donde los reflejos en el estanque y los cromatismos cobran especial relevancia.

Y junto a la orilla encontramos el quiosco morisco, una pequeña construcción azul y blanca, destinada a tomar té y relajarse disfrutando de las increíbles vistas del lago y del paisaje circundante.

En su interior contiene los bustos de los emperadores de Austria y frente a él, se encuentra el Monumento a Dante y Beatrice, de Giovanni Battista Comolli, que inspiró a Franz Liszt, durante uno de sus paseos por el jardín, para componer su famosa Sonata Dante.

Sin duda, el colofón perfecto, para finalizar la visita a uno de los mejores jardines de la Lombardía.

Imágenes del post ©josepmmompín. Se permite uso no comercial citando la fuente http://www.visitandojardines.com

Ubicación Maps: https://maps.app.goo.gl/AEvpFXKfuLn7TSXb9

Ver tambien: El jardín de Villa Carlotta en el Lago di Como

2 Comentarios

Deja un comentario